Se acerca el inicio de curso y un año más nos invaden listas interminables de libros y material escolar.
A todos nos preocupa el peso excesivo que nuestros hijos e hijas llevan a la espalda cada día.
Dudamos si mochila a la espalda o carrito, si mejor grande o más pequeña. Hay miles de modelos y en ocasiones es el niño o niña el que escoge en función de la moda de dibujos animados de turno o el equipo de futbol de sus amores.
Y no es que el factor estético no sea importante, pero dentro de las que a nuestro peque le gusten, vamos a tener en cuenta varias características fundamentales que debe cumplir nuestra mochila. También es fundamental con cuanto peso la llenamos y la mejor forma de distribuir el material escolar en ella.
1.-Para empezar, el tamaño de la mochila tiene que ser adecuado a la edad y la talla del niño. Una mochila demasiado grande hace que el peso del material quede demasiado bajo sobrecargando la zona lumbar de los niños.
La parte alta de la mochila no debe sobrepasar los hombros y la parte baja debe quedar a la altura de la cintura.
2.-Los tirantes en una buena mochila deben tener cuatro centímetros de ancho y estar bien acolchados. Asimismo, es importante que tu hijo pueda ajustarlos sin problemas para que la mochila no le quede pequeña cuando crezca. Procura que los tirantes no estén ni muy cerca del cuello de modo que no se le claven en las cervicales, ni demasiado sueltos para evitar que se deslicen por los hombros.
3.-Observa detenidamente el respaldo de la mochila. Debe ser estable para que los libros pesados no se le claven al niño en la espalda. Además, un respaldo anatómicamente acolchado es importante para que tu hijo lleve la mochila cómodamente.
4.-Sobre todo las cremalleras y los cierres de click son una parte que se desgasta rápidamente. Tu hijo abrirá y cerrará su mochila varias veces al día. Por eso, debes fijarte que las cremalleras sean resistentes, estables y fáciles de usar al mismo tiempo. Además, los cierres de click deben abrise presionando y al mismo tiempo empujando hacia atrás.
5.- El peso de la mochila.
Asegúrate de que la mochila vacía no pese más de 1,2 kilogramos.
Si la mochila por sí sola es demasiado pesada, vamos a vernos muy limitados a la hora de llenarla.
6.- ¿No es mejor un carrito? Es una de las preguntas que más frecuentemente nos haceis. Personalmente no me gustan los carritos ya que se llevan de forma asimétrica tirando de ellos por detrás del cuerpo del pequeño. Esto produce que va con su espalda rotada durante todo el trayecto y sobrecargando el hombro.
Por otro lado, al resultar relativamente más fácil llevarla, tienden a llenarla en exceso de cosas que no les hacen falta.
Si decides carrito en lugar de mochila, intenta que la lleve por delante del cuerpo y tirando con ambas manos.
7.-Tu hijo debe tener la última palabra en la compra de una mochila.
Puedes preseleccionar algunos modelos adecuados para él. Así se los podrá probar y decidir cuál le gusta más y es más cómoda.
La semana que viene, con todo el material y nuestra mochila ya escogida, vamos a llenarla, de forma que una buena elección de mochila no se convierta en una catástrofe una vez llena.
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